la mente era una habitación pintada de acuarela azul con el fondo seco de himnos crípticos anunciando algo sórdido {¿un fresco premonitorio?} .
sucesivamente -desde las esquinas- aparecían (para luego diluirse en la incógnita) máscaras de cerámica gris, como las del carnaval de Venecia; tras cada una de ellas el mismo rostro de un joven resguardando su pudor...
y en aquel momento tentáculos de oscuridad violaron el espacio hasta que la mancha oleaginosa fue un calamar enérgico, un goliat proveniente del Reino Subterráneo portando decretos de vindicación.
Murió la transparencia sofocada por el silencio impenetrable y fastidioso. erupción. insomnio.