Cuando un alma sensible y cultivada recuerda sus esfuerzos para trazar, según su propio destino intelectual, los grandes lineamientos de
¿En qué agua lustral encontraremos, no solamente el renacimiento del frescor racional, sino más bien el derecho al retorno eterno del acto de razón? ¿Cuál será
(…) No podemos fijar la hora en que el misterio se hizo lo bastante claro para enunciarse como un problema ¡Pero qué importa! Que surja del sufrimiento o de la alegría, cada hombre tiene en su vida esa hora luminosa, la hora donde comprende de pronto su propio mensaje, la hora en la cual el conocimiento al iluminar la pasión, revela a la vez las reglas y la monotonía del Destino, el momento verdaderamente sintético en que, dando la conciencia de lo irracional, se transforma sin embargo en el éxito del pensamiento. Allí está situada la diferencial del conocimiento, la fluxión newtoniana que nos permite apreciar cómo el espíritu surgió de la ignorancia, la inflexión del genio humano sobre la curva descrita por el progreso de la vida. El coraje intelectual consiste en conservar activo y viviente ese instante del conocimiento naciente, en convertirlo en la fuente inagotable de nuestra intuición, y en dibujar, con la historia subjetiva de nuestros errores y faltas, el modelo objetivo de una vida mejor y más clara.
El ser librado a la razón encuentra sus fuerzas en la soledad. Tiene en sí mismo los medios de rehacerse. Posee para él la eternidad de lo verdadero sin tener la carga y la custodia de la experiencia pasada (…), es verdaderamente por la razón que todo puede recomenzar. El fracaso no es sino una prueba negativa, el fracaso es siempre experimental. En el dominio de la razón basta con aproximar dos temas oscuros para que sobrevenga la claridad de la evidencia. Del antiguo mal comprendido se hace entonces una novedad fecunda. Si hay un eterno retorno que sostiene el mundo, es el retorno eterno de la razón.
Roupnel no busca los caminos de la redención del ser por el lado de esta inocencia racional. Encuentra en el Arte el medio más directamente adaptado a los principios mismos de la creación. En páginas que tocan el corazón mismo de la intuición estética, nos devuelve a esa frescura del alma y de los sentidos que renueva la fuerza poética. “El arte nos libera de la rutina literaria y artística… Nos alivia de la fatiga social del alma y rejuvenece la percepción gastada. Restituye a la expresión envilecida el sentido activo y la representación realista. Restablece la verdad en la sensación y la probidad en la emoción. Nos enseña a utilizar nuestros sentidos y nuestras almas como si nada hubiera todavía depravado el rigor o devastado la clarividencia. Nos enseña a ver y a escuchar el Universo como si recién ahora se nos revelara sana y repentinamente. Restablece bajo nuestros ojos la gracia de una Naturaleza que despierta. Nos devuelve las horas mágicas del alba original chorreando creaciones. Nos devuelve por así decirlo al hombre maravillado que escuchó el nacimiento de las voces en
De nuevo se torna evidente que si el Arte, como
“Entonces todo en nosotros participa del ritmo absoluto en donde se desarrolla el fenómeno completo del Mundo. Entonces todo se ordena en nosotros siguiendo las supremas direcciones, todo se ilumina en las clarividencias íntimas. Las luces adquieren su significación mensajera. Las líneas desarrollan la gracia de una asociación misteriosa en los acordes infinitos. Los sonidos despliegan su melodía en el camino interior, allí donde canta todo el Universo. Un vehemente amor, una simpatía universal busca nuestro corazón, y quiere ligarnos el alma que se estremece en cada cosa.
“El Universo que alcanza su belleza es el Universo que alcanza su sentido; y las imágenes anticuadas que le procuramos caen de la cara absoluta que emerge del misterio”.
Creemos que hay, en la raíz de esta redención contemplativa, una fuerza que nos permite aceptar en un solo acto la vida con todas sus contradicciones íntimas (…) La causa profunda de la melancolía roupneliana se debe quizás a esta necesidad metafísica: en un mismo pensamiento se debe hacer coexistir el lamento y la esperanza. Síntesis sentimental de los contrarios: el instante vivido. Por otra parte somos capaces de dar vuelta al eje sentimental del tiempo y de poner la esperanza en un recuerdo cuyo frescor restituimos en nuestro ensueño. Por el contrario, podemos desalentarnos al contemplar el futuro porque durante ciertos minutos, en la cima de la edad, por ejemplo, nos damos cuenta que no podemos dejar para mañana el cuidado de nuestras esperanzas. La amargura de la vida es el sentimiento de no poder esperar, de no oír ya más los ritmos que nos invitan a ejecutar nuestra parte en la sinfonía del devenir. Es entonces cuando “el lamento sonriente” nos aconseja invitar a
En esta atmósfera metafísica ubicamos a Siloë; (…) en esta obra amarga y tierna la alegría es siempre una conquista; la bondad supera al razonar la conciencia del mal, porque la conciencia del mal ya es deseo de redención. El optimismo es voluntad, en tanto que el pesimismo es conocimiento claro ¡Sorprendente privilegio de la intimidad! El corazón humano es verdaderamente la mayor fuerza de coherencia respecto de las ideas contrarias (…)
5 comentarios:
¿La psiquis de Pan Triste?
Moctezuma.......jaja
Sí que has vuelto, todo realmente vos.
Y yo que te imaginaba apesadumbrado por lo de Benedetti...
"defender la alegría como una certeza / defenderla del óxido y de la roña / de la famosa pátina del tiempo / del relente y del oportunismo / de los proxenetas de la risa"
Para "lamentos sonrientes" los de mi compadre Jorge, cada que en la cantina "La Rata Muerta", lee en su celular, el mensajito recién llegado de mi comadre... y para "atmósfera metafísica" (añadiría "y contemplativa") la de mi sábado por la tarde, con la moto estacionada detrás, los tintos Mendozinos y Napanianos a punto de fenecer, el sol queriéndose despedir y el oleaje del Mar de Cortés... en los pies.
Y yo también siento el luto...
somewhere over the rainbow...
Y entonces se hizo la luz, los servidores dejaron de hacer "stop" a nuestras intenciones y fuimos felices, surfeamos por la red y llegamos adonde queríamos estar, ahí, molestando, mirando, vouyeres empedernidos, soplones, y demas...Quizá nietsche hubiera bostezado en nuestros silogismos...somos tan lábiles...Sigamos con israel kamakawiwo'ole...al menos canta mejor que yo.. y ya va, ya va.. que impaciente, che!!!
Tony, Fito, Moctezuma, Germán... este mayo transcurre en ritmo de rittornello.
Gracias, muchachos.
Sientanse como en su casa, pero respeten la paz y el silencio; estoy en estado de hibernación reflexiva, como habrán podido apreciar
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