Un viejo silfo del bosque escapado de un libro del gran Shakespeare, que anda por los prados sosteniendo con unas muletas sus alas marchitas, contó al Poeta esta historia oculta en un anochecer de otoño, cuando se fueron los rebaños, y ahora el poeta os la repite envuelta en su propia melancolía. Pero antes de empezar quiero haceros el mismo ruego que a él le hizo el viejo silfo aquel anochecer de otoño, cuando se fueron los rebaños. ¿Por qué os causan repugnancias algunos insectos limpios y brillantes que se mueven graciosamente entre las hierbas? ¿Y por qué a vosotros los hombres, llenos de pecados y de vicios incurables, os inspiran asco los buenos gusanos que se pasean tranquilamente por la pradera y tomando el sol en la mañana tibia? ¿Qué motivo tenéis para despreciar lo ínfimo de
FEDERICO GARCÍA LORCA El maleficio de la mariposa (comedia en dos actos y un prólogo, 1919)
ARVO PÄRT - Tabula Rasa (1977) doble concierto para dos violines, orquesta de cuerdas y piano preparado
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KYRIE
Ángel Supremo, no permitas que me hunda
¿No ves que me pretendo un ser etéreo, pero el resultado me es adverso?
¿No entiendes que mi plan naufraga?
¿Conoces de un algún sitio donde descargar esta turba de angustia?
El mundo, es el mundo hostil que me quiere ceñida a su podredumbre.
Y no me excuso.
Mi reverberación se agita, se agota en el vacío
en ecos solamente, pálidos y desteñidos ecos
Pero si frágil y no puedo dejar de ser esto que soy, pídote:
transforma la gravedad mía en un himno sacro,
en una liturgia de hurras a la Lúdica Providencia.
Más tarde, en el colectivo de regreso a casa, refunfuñé al darme cuenta de que es cierto esa ridícula manía mía de los pies en punta cuando estoy sentada, y que mis contracturas obedecen a que soy una reprimida incorregible. También recé porque se acelere el desenlace del otoño, y entonces volvamos a bebernos mutuamente el misterio en los ojos hasta lograr que el deseo explote en nuestros cuerpos, multicolor...
En esta jornada aborrecí a las epístolas y a los poemas, pero estuve más cerca de Jane Austen que de Aristófanes. Sin embargo, es mi estado actual tan patético que si al leerme esbozás una sonrisa sardónica (de esas tuyas que me hacen desmayar de gusto) esta habrá sido una semblanza lograda y yo quedaré satisfecha.
Lo de hoy fue un desliz, pero vos me conocés: yo quiero seguir siendo una caricatura a la que hay que tomar muy en serio o una solemnidad bufonesca de Dios (dos maneras distintas de decir lo mismo).
Amor circulus est bonus à bono in bonum perpetuo revolutis
(Pseudo Dionisio Areopagita, entre s. V y VI)
4 comentarios:
En esa boda... ¿cuantos litros de vino mágico se sirvieron?... ¿a que sabía?... ¿merlot?, ¿pinot?... y además... ¿cuantos panes?... ¿cuantos peces?... ¿sardinas?, ¿tilapias?...
(Una sonrisa, mas o menos asi: http://imagencpd.aut.org/4DPict?file=20&rec=4.728&field=2)
Querido Tony, siempre usted tan fiel: si sus interrogantes son en referencia al post anterior le digo que fue escrito en homenaje a la versión de Platón (contenida en su "Banquete") sobre el origen de Eros, fruto de una relación casual entre Penia (la pobreza) y Poros (la oportunidad); es un relato que sigue subyugándome y del cual pinté mi interpretación
No sé de otra boda de la cual pueda dar cuenta, pero tratándose de vinos ya he dejado constancia de mi devoción al malbec roble, que siempre sabe a felicidad melancólica.
Un abrazaso.
Gracias, Andseo, me has entendido exactamente. Una sonrisa con esas combinaciones de colores puede fulminar de exaltación en un instante.
Qué honor si -además- se tratara de una obra tuya.
Una pirueta de mi alma para ti.
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