21.12.09

DESPLIEGUES ESENCIALES. Αρχαία Ελλάδα

Φειδίας Atenea Partenos 447 aC

Quiero vivir con vosotros allá en el valle silencioso,
junto a las rocas colgantes de Tempes, e invocaros a menudo en la noche,
¡nombres magníficos!; y cuando aparezcáis enojadas,
porque el arado profana las tumbas,
os aplacaré con la voz del corazón, con piadosos cantos,
¡sombras sagradas!,
hasta que mi alma se acostumbre del todo a vivir con vosotras.
Y cuando esté más iniciado, os haré muchas preguntas
¡a vosotros, muertos!,
y a vosotros también, vivientes,
¡a vosotras, altas potestades del cielo!,
cuando pasáis sobre las ruinas con vuestros muchos años,
¡vosotras, las de seguros caminos!;
pues a menudo el desvarío de los mortales
me estremece el corazón, como un aire siniestro,
y ansioso busco consejo;
mas desde hace mucho tiempo
ya no hablan para consuelo de los necesitados
los proféticos bosques de Dodona;
mudo está el dios délfico, y solitarios y abandonados se encuentran
desde hace mucho tiempo los senderos por donde antes,
dulcemente conducido por las esperanzas,
subía el hombre preguntando hacia la ciudad del veraz profeta.
Mas desde lo alto la luz habla todavía hoy a los hombres,
llena de hermosos significados,
y la voz del gran tronante clama: ¿pensáis en mí?;
y las olas entristecidas del dios del mar resuenan:
¿nunca os acordáis ya de mí, como antes?
Pues los celestes descansan gustosos en el corazón sensible,
y siempre, como entonces,
las inspiradoras de grado acompañan al hombre esforzado;
y sobre los montes de la patria
descansa, impera y vive omnipresente el éter,
para que un pueblo amante,
acogido en los brazos del Padre,
esté humanamente alegre, como entonces,
y que un espíritu sea común a todos.


Μύρων Discobolus 455 aC

Mas, ¡ay! nuestro linaje vaga en la noche,
vive como en el Orco, sin lo divino.
Ocupados únicamente en sus propios afanes,
cada cual sólo se oye a sí mismo en el agitado taller,
y mucho trabajan los bárbaros con brazo poderoso,
sin descanso, mas por mucho que se afanen,
queda infructuoso, como las Furias, el esfuerzo de los míseros.
Hasta que, despertando de angustioso sueño,
se levante el alma de los hombres, juvenilmente alegre,
y el hábito bendito del amor, de nuevo,
como muchas veces antes entre los hijos florecientes de la Hélade,
sople en una nueva época, y el espíritu de la naturaleza,
el que viene desde lejos,
el dios se nos aparezca entre nubes doradas
sobre nuestras frentes más libres,
y permanezca en paz entre nosotros.
¡Ay!, ¿no vienes todavía?,
y aquellos, los nacidos divinos, continúan viviendo,
¡oh día!, solitarios en lo profundo de la tierra,
mientras una primavera, siempre viviente
apunta sobre la cabeza de los mortales,
sin que nadie la cante.


Pithókritos de Rodas Νίκη της Σαμοθράκης 190 aC


BEETHOVEN Concierto para piano Nº 4 en Sol Mayor Op. 58 (1805-1806)


Πολύκλειτος Hermafrodita dormido II aC

¡Pero no por más tiempo! Ya oigo a lo lejos el canto coral
del día de fiesta sobre la verde colina y el eco del bosquecillo,
donde se levanta el pecho de los adolescentes,
donde se funde sosegadamente el alma del pueblo
en la más libre canción en honor del dios,
al que corresponde la altura,
mas para quien los valles también son sagrados;
pues allá donde gozosa se apresura
el agua con creciente juventud
entre las flores del campo,
y donde maduran en llanuras soleadas
el noble trigo y los árboles frutales,
se coronan contentos para la fiesta los devotos;
y sobre la colina de la ciudad resplandece,
igual que una vivienda humana,
el pórtico celeste de la alegría.
Pues toda la vida se ha llenado de sentido divino,
y, perfeccionando todo, vuelves a aparecer,
como entonces, por todas partes ante tus hijos,
¡oh naturaleza!, y como de montaña rica en manantiales,
fluyen de aquí y de allá bendiciones
sobre el alma germinante del pueblo.
Luego, luego, ¡oh vosotras, alegría de Atenas!,
¡vosotras, hazañas de Esparta!
¡deliciosa primavera de Grecia!
Cuando venga vuestro otoño,
cuando volváis, maduros,
¡vosotros, todos los espíritus del pasado!
-¡pues he aquí que está cerca el cumplimiento del año!-
que os alcance la fiesta también a vosotros, ¡días pretéritos!
¡Mire el pueblo hacia Grecia y,
llorando y agradeciendo,
sosiéguese en los recuerdos el orgulloso día del triunfo!

Καλλίμαχος Cuatro relieves de bacantes - Copia romana (I aC)

Pero floreced mientras tanto,
hasta que maduren vuestros frutos,
floreced, entre tanto, solamente vosotros, ¡jardines de Jonia!
¡Y vosotras, graciosas yedras de las ruinas de Atenas,
encubrid la tristeza al día que contempla!
Coronad con follaje eterno, ¡vosotros, bosques de laureles!,
las colinas de vuestros muertos, allá junto a Maratón,
donde los jóvenes murieron venciendo;
¡ay!, allá en los campos de Queronea,
donde con armas huyeron los últimos atenienses,
eludiendo el día de la ignominia;
allá, allá bajan de los montes
todos los días lamentos al valle de la batalla;
¡allá descendéis vosotras, aguas caminantes,
desde las cumbres del Oetas, cantando la canción del destino!
Pero tú, inmortal,
aunque ya no te festeje la canción de los griegos,
como entonces, resuena a menudo, ¡oh dios del mar!,
con tus colas en mi alma,
para que prevalezca sin miedo
el espíritu sobre las aguas, como el nadador,
se ejercite en la fresca dicha de los fuertes,
y comprenda el lenguaje de los dioses, el cambio y el acontecer;
y si el tiempo impetuoso
conmueve demasiado violentamente mi cabeza,
y la miseria y el desvarío de los hombres
estremecen mi alma mortal,
¡déjame recordar el silencio en tus profundidades!

F. HÖLDERLIN
El archipiélago (fragmento)


Πολύκλειτος Cabeza de Diadumeno V aC

No hay comentarios: