Hemos de tener en cuenta, tropicales saltamontes, que ciertas tareas domésticas -si se realizan sin apremio- pueden redundar en gratificaciones para el espíritu.
Me refiero, por ejemplo, a tender en la soga la ropa recién lavada, doblar cuidadosamente la destinada al planchado, juntar los excrementos del perro con una pala, abrir una latita de La terrine de lièvre a L'Armagnac y untarla en un pan tostado, zamparse un par de bananitas Dolca, el trago extendido de malbec Los Árboles, alistar los enseres para las actividades de la jornada siguiente, verificar la seguridad de las aberturas de la casa antes de acostarse, sonreír nostálgica e indulgentemente con un video de fines de los '80
3 comentarios:
Ahh si, lo de clavarse las bananitas dolca es más redentor que la bendición papal. Otra cosa que hace muy feliz es sacarse los zapatos al llegar del trabajo. Le mando un abrazo y en breve iré a por mis sahumerios.
La palabra de verificación de ahora es linda "eferla" que me suena a "cosa linda que se vende en una mercería".
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, si, si y sí.
Bananitas Dolca para todos yaaaaaaaaaa!!!!
En su versión tradicional y también como gusto de helado.
Y una margarita (no justamente como la del video con ese batido lamentable y espantoso en los pelos, o en todo caso una Margarita menos ochentosa)... Pero urgente y de cualquier modo una margarita de esas que surgen de mezclar tequila, agua de tamarindo y tomarlas en un vaso con sal en los bordes...
Nada me haría tan feliz como dos margaritas!!!!
Por acá anda uno con sobredosis de Os Paralamas Do Sucesso...
la verificadora que m tocó en suert es "hantslen": suena a cuentista alemán
Publicar un comentario