tocando la flauta y haciendo música con el grupo "Sursum Corda"
La que soy:
el texto que sigue, en versión oral
Apoya en la mesita de luz el celular, los anillos, el reloj pulsera, las gafas de lectura, la ordinaria preocupación.
Acomoda las sandalias entre el baúl y la cómoda.
Su femeneidad apaleada, arrojada de lasitud en el colchón, acoge el regalo de la descongestionadora brisa proveniente de la calle.
Hoy ha refrescado. La ciudad respira.
Ese pinzamiento en la zona lumbar comienza a extenderse tersamente por el resto del cuerpo; le envuelve el estómago, el hígado, los intestinos, la médula, el esternón, la faringe.
Los ojos le arponean. Hace más o menos un mes que una película imperceptible le nubla la visión y se la dificulta (Conjuntivitis alérgica cíclica. Paciencia y un colirio, sentenció el oráculo oftalmológico).
Amparada por la soledad, una trilogía la amenaza: miedo, duda, tristeza.
Su perro gimotea tras la puerta, con su habitual estrategia para entrar en la habitación. No es que ella no quiera acceder al pedido, es que no puede. Porque el espacio hoy está ocupado totalmente. En el castillo de su espíritu reside un huésped permanente. Es un inquilino con presunción de propietario, un okupa mafioso, un terrorista vampírico.
Es el Dolor. El Dolor se sienta en su mesa, se le cuela impúdico en el lecho, le roba la sombra. El Dolor se le abroja a los huesos, a la piel, a los humores. El Dolor es muchedumbre. El Dolor, afirmación y negación. El Dolor es imán caleidoscópico de pesares forasteros, de angustias milenarias, de ecos de ausencias. El Dolor se hace eidética, gnosis, sensibilidad, semántica y sintaxis, creencia. El Dolor es omnívoro. El Dolor es su túnica y su cosmética. El Dolor es inmanente. El Dolor es Pantokrator.
Siguiendo las huellas del Dolor la tentación se filtra por los muros con su letanía capciosa: ¡¿cuándo, para cuándo el silencio, la invisibilidad y el olvido, Padre Santo?!
* * *
El caballero de armadura refulgente se compunge en la tempestuosidad de la prueba: Oh, el tiempo se llena de polvo y de ruido, esa es su lentitud. La lentitud nos separa de todas las cosas y me separa de ti, la lentitud, siempre la lentitud…
En la costa de enfrente ella, la doncella de rodillas laceradas y frente contra el suelo, implora en el vacío: vade retro, deja ya de atormentarme con tus profecías, maldita mía incapacidad…
- La que seré:
Polvo, exhalación, incienso de palabras.
11 comentarios:
Giso! Abrí la puerta y dejá entrar al perro, acariciále el lomo y que se acurruque cerca, no te prives de un mimo real en pos de las sombras que nos enfrían.
(Hoy todo me hace llorar, ahora tu post).
Besos.
Pero querida!
No sólo para arrebatarte una sonrisa, sino porque es verdad te cuento que Goyo (mi perro boxer) es bastante malcriado -me hago cargo. Y no le viene mal un poco de disciplina de tanto en tanto.
De todos modos, a las 5:30 me despierta reclamando por su caracú con carne. Y no lo hace mimosamente...
Es que el caracú con carne a las 5:30 de la matina es un derecho de todo boxer (Fuente: Vida silvestre) Si llega a las 5.31 mándele la perrera.
¡Niña!
¡Qué linda voz!
No es posible que alguien con esa voz habite tanto tiempo en la Casa del Dolor.
Anímese y abra despacito la puerta. Otros mundos, más luminosos, la están esperando.
Es verdad que al final todos seremos polvo y silencio.
Pero a usted le falta mucho.
Así que anímese, abra despacito la puerta o la ventana.
Porque cada día trae su mal, pero también trae su esperanza.
Besos.
Esa vozzzzzzz!
Qué producción!
Sinceramente escuchándote no dejé de reirme a pesar del dramatismo del texto. No podía dejar de imaginarnos tratándo de hacerlo juntos, riéndonos sin parar y encontrando acotaciones para cada frase...
M: el Goyo es torturante, y conoce muy bien sus derechos.
UVT: gracias. sobre todo, por lo de "niña".
Obviamente, Walde, que una producción conjunta nuestra haría de esta tragedia una contagiosa y bizarra sitcom. Como aquella velada paqueta para matar al tedio en el depto de Mariano, con textos de Baudelaire, Kierkegaard y San Francisco de Asís (qué mejunge!!!). O el inolvidable musical "Pon tus manos..." en la habitación de huéspedes de tu casa.
No, si nosotros damos para todo mire. Creo que ya sé para qué momento destinaré el Navarro Correas Malbec 2006 que tengo a escasos centímetros de mi ser....
Vio que yo machaco con la teoría esa de que el vino es para la nostalgia y la cerveza para el frenesí?
Pues bien, como nuestra yunta tira para el lado de la saudade entusiástica yo sumaría a su malbec una botella del CXV bodegas La Rosa [http://www.hostnews.com.ar/2007/prov/dic/020916.htm] y unas cuantas birras artesanales frutadas y el niño W algunas de esas cañas, grapas o cachaça que son como su sombra, y al pichón le toca en suerte la declamación de piropos freudianos -o una versión a capella del "bombón asesino"-
ta puesta la bocha pa' la fiesta de fin de año. Notifíquese.
y habrá bossa nova, Serú Girán y Charly a full.
Milady... este... con un "Tramonte" de Roganto (cosecha del 2006) de esos que cocina mi tocayo Antonio en Ensenada... ¿y yo también podría ir?
claro que sí, Tony. claro que sí.
Con o sin Tramonte está invitado.
Publicar un comentario