Fue cuando la brisa mañanera, mientras vaporosas flores de Tipuana caían sobre mi cabeza resbalando por mis brazos hacia el suelo, que pensé en los ángeles de Giotto, en santidad, en estigmas, en conventos franciscanos y clarisas descalzas, en la pobreza como opción de vida, en bulevares al paraíso, en los fulgores que hemos perdido, en la doncellez que el tiempo nos arrebató...
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2 comentarios:
Reclamé con mi risa y con mi música
al destino ejecutor llamado esperanza,
he llamado a las flores
murmurándoles mi desesperanza,
en ésta sustancia mística
tan dentro de su fachenda absurda
pero solo recibí una ilusión muerta,
fisurando mi mundo y este desierto;
así mi alma escapa hacia otra dimensión
recalando en ésta para acompañarme,
participando en mi propia fuga
con las alas
para remontarme de mis cenizas
cada tanto...
en la medida en que mis ojos sepan leer,y mi piel revelarse
sin secretos,
ni pretextos,
sin ataduras,
escribiendo alguna carta a la vieja usanza
saliendo del caos, entrando al éter...
por eso tengo las alas,
para el próximo gran chantaje
para meterme en la esencia
nombrando invisibles,
solo por eso tengo las alas,
para amortiguar caídas.
Anónimo
"para meterme en la esencia
nombrando invisibles"
bello...
gracias!
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