11.12.08

TAPA Y CONTRATAPA

  • ENDORFINAS

La música de Soda Stero me pone de muy buen humor.

Estimula mi sensualidad. Ajá, eso.

Hace un rato volvía a mi casa en taxi y el chofer estaba escuchando un cd de la banda.

Justo cuando subí sonaba uno de los temas que más me complacen. A continuación, la versión en vivo del recital del 3 de diciembre del año pasado (los solos de viola son peligrosamente excitantes; habrá que abandonarse nomás...)

Un hombre alado extraña la tierra

las mujeres aladas también

  • RETRACTACIÓN

Esta mañana se mató un pibe de 16 años en Santa Fe. Se arrojó del balcón de un décimo piso, abrazado a un almohadón, en un bolsillo la foto de su madre, en el otro una de él con la novia bailando un vals, las cartas que le enviaron sus amigos en ocasión de un retiro espiritual que había realizado hacía poco tiempo atrás (era alumno del único colegio jesuita de la ciudad). Lo encontró -estampado en la calle- un compañero de curso que había pasado a buscarlo para ir juntos a rendir una materia. Eran las 7:30 hs. La autopsia reveló que había ingerido una cantidad considerable de pastillas (ignoro de qué tipo)

El que piense al suicidio como una elección no entiende nada de nada. La apología o la glorificación del suicidio es una vanidad intelectual execrable, propia de patéticos patanes que sólo buscan llamar la atención. El caso de Cioran. Oh, sí, ese mismo que yo tantas veces exalté. Pero vos tenés razón: todos los hijos de Nietzsche han salido bastante deformes.

El suicidio es la consecuencia de existencia del pensamiento puro... No elogiamos el suicidio, pero sí la pasión. El pensador, por el contrario, es un curioso animal, que es muy inteligente a ciertos ratos del día, pero que, por lo demás, nada tiene de común con el hombre

SOREN KIERKEGAARD Afsluttente unividenskabelig

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días, Gisofania. Es este un tema complejo y en el que desavenimos...

Pienso que el suicidio es cuestión de elección, sí, aunque quizá sea cierto y no entienda nada de nada... Pero ¿quién entiende? ¿usted entiende?

Nunca he hecho apología del suicidio, y sin embargo respeto al que la haga. No creo, sin embargo, que sea el caso de Ciorán. En "el inconveniente de haber nacido" apenas hay cinco frases con este tema y, desde mi punto de vista, en ninguna hay apología. Y si la hubiera, tampoco me preocuparía...

Sólo tenemos la vida, nada más. Que cada uno haga con ella lo que le plazca ¿no cree?

GISOFANIA dijo...

Hola, fémina alada. En general, las discrepancias son interesantes y valiosas para el pensamiento, así que te agradezco que no coincidas conmigo.

No creo que lo del suicidio sea un tema complejo, en todo caso cada uno otorga al abordamiento de las temáticas el tinte que quiere (o puede). Desde mi perspectiva -inevitablemente arbitraria- tópicos como la locura, la belleza, el tiempo, el conocimiento, el amor-odio, o la decisión presentan aristas más dificultosas y profusas.

Es menester disculparme de algo: el uso de términos tan categóricos para expresar mi opinión (que ni siquiera es eso); no pretendía hacer un análisis o exponer una interpretación, sino provocar reacciones encontradas (y esto es una patética patanería de mi parte; no conviene tomarse muy en serio lo que escribo). Considero que tu pluma es exquisitamente sensible al asumir el problema de la vida,la muerte y el arte; y que hablás de ellos con un estilo subyugador que yo disfruto y difundo.

En cuanto a Cioran quizás exagero bastante; pero aunque lo suyo no sea "técnicamente" una apología, en sus textos advierto una admiración sutil y narcisista (hasta despreocupada, y ello puede resultar peligroso para algún espíritu débil que lo lea) sobre ese punto. Lo digo yo, que he sucumbido más de una vez al hechizo.
Con esta perorata no pretendo "cerrar" el debate, pero tampoco dilatarlo o abrirlo. Sinceramente, me valí del hecho trágico y lamentable de la muerte de un joven para escupir algunas furias resentidas.

Igual pienso que nadie "elige" matarse; que la causa del suicidio o cualquier tipo de autoaniquilamiento es algún trastorno mental (pasajero o permanente, con nombre o desconocido para la ciencia). Es que nuestra humanidad es tan limitada, es tan poco lo que "podemos", tan extenso el mar de lo determinado que nos comprime... la patencia de esto a mí me duele enormemente, es la raíz de mi desesperación (obvio: ello explica la cita de Kierkegaard que concluye el post).

Otra vez disculpas y gracias, gracias, gracias...

Anónimo dijo...

No hay nada que disculpar, ni tampoco que agradecer, Gisofania. Me gustó el post y me suscitó algunas reflexiones, me estimuló que alguien viera el suicidio de forma tan distinta a la mía, así que, en todo caso, gracias a usted...

LORD MARIANVS dijo...

En todo caso cabría preguntarse de quién es la decisión de un suicida, si proviene de su propio ego en busca de ensalzamiento o proviene de otros egos instigadores. No puedo ver en un suicido sino la puerta de salida de un una vida con forma de laberinto.

Anónimo dijo...

Yo sigo pensando que se trata de un tema complejo; se puede analizar desde tantos puntos de vista... ¿Es débil el que se suicida o el que piensa en suicidarse pero no se atreve? Hay muchas cosas por las que vale la pena vivir, pero tantas otras por las que se podría morir...
¿Lo que hay detrás del suicida? Quizá ese laberinto del que hablas o quizá no... En todo caso, cada suicida es diferente, con motivaciones muy distintas. Hay un abismo entre el harakiri y el suicidio de Larra, por ejemplo.