28.10.09

TEXTIL


Bullía la Vida febrilmente, transmutando todo aquello que se le interpusiera.
Entonces ésta que era, pacata y cohibida de admiración, decidió hacer algo.
Con los hilos de mi fragilidad fui urdiendo la trama, entrelacé hebras de luna, tejí una telaraña de cristal, labré un encaje de ternuras crédulas.
Oh, mi amada femenina Obra, solipsista e incomprendida, queriendo resguardar a la Vida de su original ímpetu...

26.10.09

A buril

Las figuras irrumpieron en el cuarto, ocupándolo por completo.
Espectros purulentos. Criaturas infernales, hematófagas. Vagos fantasmas posesos por un furioso apetito de amargura. Monstruos infectos de dolor, de pesimismo, de resentimiento inmemoriales.
La bacanal del fracaso, espectáculo horripilante, le produjo espasmos en la matriz y en el estómago. Su mente acusaba vahídos, su corazón se marchitaba.
Se estremeció al constatar la fuente de aquella atrocidad.

FRANCISCO DE GOYA
Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer
(1810-1814)


En mi guerra contra el mundo, declarada cuando despuntaba la adolescencia, él lleva ganadas casi todas las contiendas.
Tanta beligerancia, extendida indefinidamente, me ha dejado entre la crispación y el desmoronamiento.

...

Algo jodido sucede conmigo: genero muy altas expectativas pero decepciono con la misma rapidez.
(soy un bicho quebradizo, una máquina desacoplada)

25.10.09

PURGATORIO (...) como quien pasa a través del fuego

Think you, 'mid all this mighty sum
Of things for ever speaking,
That nothing of itself will come,
But we must still be seeking?
William Wordsworth



ANTONIO VIVALDI Concerto for viola d'amore, lute, strings and basso continuo RV540
I. Allegro molto

II. Largo


III. Allegro



23.10.09

PIXELES




Borrasca: De súbito, esa áspera inquietud de haber nacido en tiempo y lugar equivocados. "Conciencia de clase" es una expresión deprimente, pero fue el potro con el que ayer se atormentó en repetidas ocasiones mi pobre vitalidad contusionada. Me insurrecciono ante lo malogrado [producto de un descuido] y espero que así siga siendo por siempre.

Fidelitas: excepcional virtud, una gema que el espíritu sabe atesorar cuidadosamente.

Postulado del desprecio: ¿Cómo la gran masa se regodea en su depravación, por qué festeja con descaro su tremendo pecado de condescendencia?

Ingenuidad sepultada sin epitafio ni ritual: esta tarde la angustia no es un juego, es un acto moral aleccionador para mi grosera mediocridad. Tormenta primaveral, desnudez, indigencia. Desflorar el tabú costeando la pena. Probidad de amor.

PIXIES - Ana

Break: la música afina las tensiones del cuerpo, en beneficio del alma, y entonces se restaura la aspiración a la unicidad.

Dibujos: Nicolás de Lekuona (1913-1937)

20.10.09

Track & Trace

Entrega
Miro las hileras de imágenes de las nubes,
hasta dispersarse y descubrir su ruta azul.
Flotaba solitaria en todos los mundos,
descifré los estrelloglíficos
y los signos lunares en torno al hombre.
Y tímida me pregunté si o cuando
alguna vez he nacido y después muerto.
Un vestido de duda tenía puesto,
qué antiguo dolor, consagrado a mí,
tejió en la rueda del tiempo.
Y cada imagen que de este mundo gané
perdí doblemente, y también lo que imaginaba.
Else Lasker-Schüler (1869-1945)




Pensar calando agudo en el ser, en sus ilimitadas alternancias de parusía y ocultamiento. Decir para desportillar el mundo en haces de significado. Actuar demasiado humana, ingrávida, cósmicamente. Callar por genuflexión a una ley augusta, como expiación de tanto embuste, defraudando al desatino.


S. BOTTICELLI Venere offre doni a una giovane, 1483-86

17.10.09

ÍNCIPIT

Μεγαλύνει ψυχή μου τν Κύριον
Magnificat anima mea Dominum
Proclama mi alma la grandeza del Señor
1. "Magnificat” (coro)

κα γαλλίασεν τ πνεμά μου π τ Θε τ σωτρί μου
et exsultavit spiritus meus in Deo salutari meo
y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador
2. “Et exsultavit spiritus meus” (aria soprano II)

τι πέβλεψεν π τν ταπείνωσιν τς δούλης αυτο.

δού γρ π το νν μακαριοσίν με πσαι α γενεαί

Quia respexit humilitatem ancillae suae,

ecce enim ex hoc beatam me dicent omnes generaciones

Porque ha mirado la humillación de su esclava,

desde ahora me felicitarán todas las generaciones

3. “Quia respexit humilitatem” (aria soprano I) - 4. “Omnes generaciones” (coro)


Edvard MUNCH Madonna (1894-1895)


12. “Gloria Patri” (coro)

J.S. BACH Magnificat in D major BWV 243 (1733)
Orquesta de Cámara de Stuttgart

Entonces Ana oró y dijo:

«Mi corazón se regocija en Jehová,

mi poder se exalta en Jehová;

mi boca se ríe de mis enemigos,

por cuanto me alegré en tu salvación».

(1Samuel 2:1)

14.10.09

LLUVIOSO Y REFRESCANDO

Pero nada hay más grato que ser dueño

De los templos excelsos, guarnecidos

Por el saber tranquilo de los sabios,

Desde do puedas distinguir a otros

Y ver cómo confusos se extravían

Y buscan el camino de la vida.

Vagabundos, debaten por nobleza,

Se disputan la palma del ingenio,

Y de noche y de día no sosiegan

Por oro amontonar y ser tiranos.

¡Oh míseros humanos pensamientos!

¡Oh pechos ciegos! ¡Entre qué tinieblas

Y a qué peligros exponéis la vida

Tan rápida, tan tenue! ¿Por ventura

No oís el grito de naturaleza,

Que alejando del cuerpo los dolores,

De grata sensación el alma cerca,

Librándola de miedo y de cuidado?

TITO LUCRECIO CARO
De la Naturaleza de las Cosas
siglo I a.C.


EDÚ LOBO “Dos navegantes” Corrupião (1993)

PAUL KLEE Unsettled weather, 1929


THE MAMAS AND THE PAPAS “Dream a little dream of me” The Papas & The Mamas (1968)

10.10.09

Parábola de la flor del aire

JULIA CAMERON I wait (1872)

L. DELIBES Lakmé Acte Troisième. Scène Première: Berceuse

Lo que quiere es escurrirse en la pausa entre ideas, dormitar en las exhalaciones, blandirse por aquello que deserta del discurso pragmático, de la satisfacción urgente. En un mundo de moral extravagante, de presunciones sin ton ni son [la cúspide del trastorno, este siglo con su bolsa de valores desorbitados], su quimera es aceptable y hasta quizás persuasiva para alguien.

Pues ¿quién no ha sucumbido ante la hermosura de una estrella fugaz? La tragedia es connatural al alma en destierro, los ángeles cultivan la perspicacia con donaire.

¿No es el pasado una caja negra boba que goza de exagerada consideración? Los datos sirven, nada más: él ejerce una amnesia hipnótica que ella ha vuelto yunque de toque de la debilidad que le ofrece en instantes arpegiados.

A ella le agrada pensar que lo único encomiable de sus 360.000 vitalidades (el infinito tiene su particular voltímetro) hiberna en reserva sacerdotal pero suele difundirse en hiedras de júbilo, sin espacio ni forma ni tiempo ni materia.

Epígrafe de su jamás escrita novela: Ser la piedra y también el viento que bulle en su núcleo, y la linfa que la tutela, y las fogosidades que la templan.

Es una extranjera en un hábitat hostil y a sus heridas las llama "equivocidades" "inconvenientes de traducción". Hay una especie de seres diferenciados por el decir compulsivo; ella ya sabe que su misión de expatriada es escuchar al profeta, tensar sus oídos refinados a la voz que anuncia lo que aleteaba en el origen del deseo. Lo otro es anécdota.

Por el momento manda el secreto, la vigencia de lo invisible. Fidelidad doméstica. Aprendizaje. Ninguna tenebrosidad ha de arrastrarla.

4.10.09

A Cecilia, en su 40º aniversario


ELLA
Cada instante es una gota que se une al río de la Vida
y así la existencia sigue su curso propio
a veces impetuoso, a veces beatífico,
para entregarse, consumadamente,
al océano de la eternidad.


Ella deja fluir su alma fatigosa por la espera,
herida de desencuentros,
exultante en certezas sencillas,
matizada de dudas y ancestrales misterios,
bendita de abrazos,
añorando una legión de besos continuos y pequeñitos.
Lleva un nombre que la proteje de oscuridades acechantes.
Su nombre es alabanza a la belleza divina
y le señala un destino donde la música es emperatriz.
La suya es una búsqueda obstinada de luz, de bondad
con el motor de los deseos purificados
y la inquietud alerta, joven.


Cada conquista, cada pausa, cada repliegue es una nota
sumándose al canto siempre antiguo y siempre nuevo.
Su voz, tan límpida y dulce, se afana en la armonía.
Insiste, contra pronósticos funestos o decaimientos cobardes.
Entonces, en coro de verdadero amor,
será el sonido perfecto, la suspirada abundancia,
sonará un himno de felicidad.
Para acunarla, para su espíritu vagabundo,
para hacerla danzar de júbilo, infinitamente,
en honor a ella.

2.10.09

Un cóctel de whisky y arsénico (El brindis final de don Leopoldo)

Soñé la muerte y era muy sencillo;/
una hebra de seda me envolvía,/
y a cada beso tuyo,/con una vuelta menos me ceñía/
y cada beso tuyo/era un día;/
y el tiempo que mediaba entre dos besos/
una noche. La muerte era muy sencilla.
La culpa suprema
Conducido Jesús ante el consejo de escribas y ancianos que presidía Caifás, no hubo testigos que declarasen en su contra. Apenas un fanático afirmó haberle oído decir que era capaz de destruir y reedificar el templo en tres días. Imputación necia a la cual el reo no se dignó contestar.
Ya iban a absolverlo en la deliberación subsiguiente, cuando uno de los escribas que era a la vez concesionario de las pesquerías en el ago de Genezaret, donde Jesús multiplicó los peces, lanzó contra él una acusación terrible:
-Nadie lo ha visto nunca comprar ni vender, como hacen los hombres honrados.
Era cierto, Jesús no había comprado ni vendido nunca la cosa más insignificante.
-¿Será entonces un ladrón?-preguntó alguno.
-No; porque los ladrones venden lo que roban.
-¿Un mendigo vagabundo?
-No; porque los mendigos piden limosna y éste nunca ha pedido.
-¡Cómo!, ¡ni siquiera ha pedido!
-Nunca. Desprecia el dinero. No lo ha tocado jamás.
-¿Jamás?
-En efecto, ni cuando hubo de pagar el censo al César. Mandó a su discípulo Pedro que oblara por él, extrayendo la moneda necesaria de la boca de un pescado de mis pesquerías. Lo cual agrega a su delito, la magia.
-¿Pero qué delito?
-El de no haber jamás comprado ni vendido.

Entonces los ancianos y escribas, meditaron. Un hombre que no compraba ni vendía, no era ciertamente ladrón, ni mendigo, no cometía delito alguno con ello. Pero no podía ser hombre honrado, porque todos los hombres honrados compran y venden.
Y como no podía ser hombre honrado, condenáronlo al suplicio, volviendo así por el principio de simetría moral, que aquel extraño violaba.

No hubo allí ningún psiquiatra que lo declarara irresponsable por anormal.
Filosofícula (1924)
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