ZORAN MUSIC, 1996
Al cabo, aunque postergue el vocativo, aunque por celo omita su nombre, aunque no ensalce con mayúscula la tercera del singular que señala su género, aunque este arte abunde en antifaces y cábulas, siempre le estaré hablando al mismo.
Al que calla, al retirado, al hermético, al distraído y rudo, al indescifrable, al ermitaño, al demonio-dios, al lejano, al torpe, al esquivo, al único capaz de desatar temibles huracanes en mi voluntad.
Al que no entiende que en manos de mujer la ira es una espada clavándose en medio de los senos, un puñal suicida. Y el dolor, una propiedad femenina intransferible e insoslayable.
ZORAN MUSIC, 2000
ése que no se ve
ni engaña su hermosura
a los reyes sedientos
una puntada aquí
en el quicio oscilante
donde ayer escondías los más frescos racimos
¿qué será de tus manos
que palpan los tesoros
en sus pliegues?
-acaba ya
esa labor de sombras-
reconoce
vencida
que únicamente ofreces hilo solo
y que tu desnudez ha naufragado
sobre un océano
sin límite
pero esta voz
-¿de dónde?-
vuelve cada mañana
con su rama de olivo
ESPERANZA ORTEGA Hilo solo, 1995
Labor atenta de hilo solo
-sigues tejiendo tu tapiz indócil-
-sigues tejiendo tu tapiz indócil-
ése que no se ve
ni engaña su hermosura
a los reyes sedientos
una puntada aquí
en el quicio oscilante
donde ayer escondías los más frescos racimos
¿qué será de tus manos
que palpan los tesoros
en sus pliegues?
-acaba ya
esa labor de sombras-
reconoce
vencida
que únicamente ofreces hilo solo
y que tu desnudez ha naufragado
sobre un océano
sin límite
pero esta voz
-¿de dónde?-
vuelve cada mañana
con su rama de olivo
ESPERANZA ORTEGA Hilo solo, 1995
1 comentario:
se agradece la excelente seleccion te textos, muy bueno.
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