28.4.10

LA CAÍDA




Martínez de Hoz (foto Agencia ILA, 29/4/88 + Botas (foto Alejandro Elías)
LEÓN FERRARI, 2007
impresión laser


SERU GIRAN “José Mercado” Peperina, 1981

26.4.10

CARTA DE CIUDADANÍA

A. PIAZZOLLA & G. MULLIGAN “Años de soledad”

Cuando el fuerte armado guarda su atrio, en paz está lo que posee.
Mas si sobreviniendo otro más fuerte que él, le venciere,
le toma todas sus armas en que confiaba, y reparte sus despojos.
El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
Lc. 11, 21-23



La razón no.
La razón ha muerto.
Final anunciado por su [obcecada] tendencia a engancharse en motores móviles: un proyecto, un trineo de madera pintado a mano, un corte de ruta, una militancia, un sueño de fama terrenal, una venganza, una conspiración.

El deseo tampoco.
El deseo con su vehemencia es un tornado demente que erosiona lo que toca.
Anda llegando el tiempo en que se dirá: "felices aquellos que no desean, porque el reino de lo incorruptible ya les pertenece"

Ni la pasión.
Porque la pasión, fuego del juego del absurdo, convierte las energías en humo. También al anima mundi.



Todo se retuerce bajo el tul de la mediocridad.
Cinco choferes de ómnibus, afásicos y apopléjicos frente a un televisor, esperando su turno de salida en la garita de la parada.
Multitudinarias marchas en puentes, carreteras, avenidas, plazas.
Cualquier texto de Slavoj Zizek temblequeando en el monitor de un estudiante de comunicación social.
El aburrimiento tras el mostrador o desparramado entre los papeles sobre el escritorio.
La amansadora en la peluquería, el diálogo quejumbroso en la cola del banco, el rictus apático del analista y la irritabilidad intelectual.

Postales urbanas de la globalización.


















Entonces mi angustia, reincidente.
Esta semana se cumplirán siete años de esto: catástrofe aleccionadora de nada para la mayoría de nadies.
Y a la vaguedad de la significación del hecho le gana la desazón (yo en medio, trinchera de contienda)

¿Por cuál fisura se escurre el impulso a la trascendencia?
Callan los coros de ángeles.

En el vientre del dragón se digiere el espectro estrecho de posibilidades: o terrorista o productor o mendigo.
{la metáfora es de él, que es tan viejo como su perspicacia}

PIAZZOLLA "Años de soledad" (otra versión)

20.4.10

sempiternidad




... que espero resucitar...


En el transcurrir nada más que volátil y pasos esfumados, como si los arquetipos fueran una especie en vías de apagamiento.

Ausencia de establos, de lecho, de oratorios.

Aunque también el andante con grazia de un alma negándose al olvido;

los sentidos cabalgando la palabra por sabanas inexploradas;

la sublimidad del deseo en los moldes de una polifonía;

fijarse, perdurar, cometer la osadía (la candidez) del resplandecer.



Plástica y revelación de los humanos límites.

11.4.10

A Lela

El mundo parece ahogarse en el crepúsculo, pero yo narro, como al principio, en mi cantinela que me sostiene a salvo, por el relato, de las revueltas del presente y protegido para el futuro.
Se acabó el remontarse muy atrás de antaño. El ir y venir a través de los siglos… Ya sólo puedo pensar de un día para el otro. Mis héroes ya no son los guerreros y los reyes, sino las cosas de la paz, todas iguales entre sí: las cebollas que se secan tan valiosas como el tronco del árbol que atraviesa el pantano. Pero nadie ha logrado aún cantar una epopeya de la paz. ¿Qué le ocurre que no puede seguir fascinando por mucho tiempo, que se deja apenas narrar por alguien? ¿Debo renunciar ahora? Si renuncio, entonces la humanidad perderá su narrador. Y si alguna vez la humanidad pierde su narrador, al mismo tiempo habrá perdido su infancia. ¿Dónde están los míos, los simples, los primigenios?
Nómbrame, musa, al pobre cantor inmortal quien, abandonado por sus mortales oyentes, ha perdido su voz. El que del ángel del relato, se convirtió en el ignorado o burlado organillero, fuera, en el umbral de la tierra de nadie.

Sólo las vías romanas conducen aún a lo lejos, sólo las huellas más antiguas conducen aún más lejos. ¿Dónde está el puerto de montaña?. También la planicie, también Berlín tiene sus recónditos puertos, y ahí es dónde empieza mi tierra, la tierra de la narración. ¿Por qué no todos ven de niño los puertos, los portones, los intersticios, abajo en la tierra y arriba en el cielo? Si cada uno los viera habría una historia sin sacudidas mortales y sin guerra.


Soy un viejo, con la voz quebrada, pero el relato sigue elevándose desde las profundidades. Y la boca entreabierta lo repite, tan poderoso como apacible. Una liturgia para la que nadie necesita estar iniciado en el sentido de las palabras y de las frases.



Cuando el niño era niño
andaba con los brazos colgando,
quería que el arroyo fuera un río,
que el río fuera un torrente
y que este charco fuera el mar.
Cuando el niño era niño
no sabía que era niño
para él todo estaba animado,
y todas las almas eran una.
Cuando el niño era niño
no tenía opinión sobre nada,
no tenía ninguna costumbre
se sentaba en cuclillas,
tenía un remolino en el cabello
y no ponía caras cuando lo fotografiaban.

Cuando el niño era niño

era el tiempo de preguntas como:
¿Por qué estoy aquí?
¿Por qué no allí?
¿Cuando empezó el tiempo y dónde termina el espacio?
¿Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño?
Lo que veo oigo y huelo,
¿no es sólo la apariencia de un mundo ante el mundo?
¿Existe de verdad el mal
y gente que en verdad son los malos?
¿Cómo puede ser que yo, el que yo soy,
no fuera antes de devenir; y que un día yo,
el que yo soy, no seré más ese que soy?


Cuando el niño era niño
no podía pasar las espinacas, los porotos,
el arroz con leche y el coliflor saltado.
Ahora se lo come todo
y no porque lo obliguen.
Cuando el niño era niño
despertó una vez en una cama extraña
y ahora, una y otra vez.
Muchas personas le parecían bellas,
y ahora sólo con suerte.
Imaginaba claramente un paraíso
y ahora apenas puede intuirlo.
Nada podía pensar de la nada,
y ahora esta idea lo estremece.

Cuando el niño era niño

jugaba con entusiasmo,
y ahora se mete en sus cosas como antes
sólo cuando esas cosas son su trabajo.


Cuando el niño era niño
las manzanas y el pan le bastaban de alimento,
y todavía es así.
Cuando el niño era niño,
las bayas le caían en la mano
sólo como caen las bayas,
y ahora todavía.
Las nueces frescas le ponían áspera la lengua,
y ahora todavía.
Encima de cada montaña
tenía el anhelo de una montaña más alta
y en cada ciudad
el anhelo de una ciudad más grande,
y siempre es así todavía.
En la copa del árbol
tiraba de las cerezas con igual deleite
como hoy todavía.
Se asustaba de los extraños
y todavía se asusta;
esperaba las primeras nieves,
y todavía las espera.

Cuando el niño era niño,

lanzó un palo como una lanza contra un árbol,
y hoy vibra ahí todavía.



Algo ha sucedido… que sigue sucediendo… que me vincula. Fue por la noche y ahora es por el día. Ahora más que nunca. ¿Quién era quién? Yo estaba en ella y ella alrededor mío (...) No ha sido concebido ningún niño mortal sino una imagen común e inmortal. Esta noche he aprendido a sorprenderme.

Érase una vez… fue UNA vez y por lo tanto será. La imagen que hemos concebido será la que me acompañe en mi muerte, habré vivido dentro de ella. Sólo el asombro entre nosotros dos. El asombro ante el hombre y la mujer, me ha hecho humano.

Yo sé ahora lo que ningún ángel sabe.

PETER HANDKE (textos)

7.4.10

SIMAS

Yo soy un sonido diferente de la pasión. Si tú me llevaras contigo, llevarías -les plus déserts lieux. Aquello que nunca duerme, que puede conciliar el sueño únicamente en tus brazos. Hasta el alma misma (hasta lo más profundo) llegaría el beso. (No es un incendio: es un abismo)

[...] no te enojes conmigo, o enójate si quieres, pero esta noche dormiré a tu lado. Cierra el estallido de oscuridad estrellada: la ventana. (Cuando pienso en ti y en mí, pienso en la ventana y no en la cama). Mis ojos están ampliamente abiertos, ya que en el mundo externo hay más oscuridad que en mi interior. El lecho es un barco y nosotros partimos de viaje.
[...]

Puedes no responderme -bésame una vez más

Carta de MARINA TSVIETÁIEVA a RAINER M. RILKE, 2 de agosto de 1926


CASPAR D FRIEDRICH
Boat on the Shore. Moonrise, 1837-39
sepia and pencil

Tus cuerdas son ricas y, por lejos que yo pueda ir, siempre estás delante de mí [...] Estaba muy alto, pero aún en medio de las nubes. Tú esperabas por encima de ellas, en una eterna luz [...]

Vayamos juntos cada vez más altos, como hacia una gran estrella, siempre apoyados el uno en el otro, descansando el uno en el otro. Y si mi brazo nunca ha de caer por un instante de tus hombros, no tengo miedo: sobre la próxima montaña recibirás sonriendo al viajero fatigado. No eres para mí un solo fin, sino miles. Eres todo y sé que estás en todo. Y yo soy todo y te llevo todo mientras voy hacia ti.

No necesito decirte: ¡perdona! Pues cada uno de mis silencios te pide perdón. No necesito decirte: ¡olvida! Pues también queremos acordarnos de las horas en que quise huirte por vergüenza, aunque en mi ciega fuga aún me arrojase en ti. Y no quiero más decir: ¡confía! Pues sé que por ese lenguaje nos hemos reconocido en estas mañanas nuevas y sagradas en que nos hemos saludado después de un prolongado alejamiento y que por él hemos sido una comunidad en la separación que fue nuestra última desunión y mi postrer riesgo

[...] cada generación se extiende, como una cadena, de Dios en Dios. Y cada Dios es todo el pasado de un mundo, su postrer sentido, su sola expresión, a la vez que la posibilidad de una vida nueva [...]

Siento, pues, que somos los antecesores de un Dios y que, con nuestras más profundas soledades, nos proyectamos a través de los milenios, hasta su comienzo. Esto es lo que siento.

RAINER MARIA RILKE Diario Florentino, 1898



6.4.10

CIENTO POR UNO

VAN GOGH, Two hands (drawing) 1884-85

schlechtes Gewissen - mauvaise conscience - mala conciencia
Es lo que me inspira la palabra "talentos".
Quien experimentó alguna vez la ponzoña contenida en el reconocimiento de las propias capacidades, si alguien transitó el calvario que significa el dar cuenta de su habilidad, sabrá a qué me refiero, sin necesidad de demasiadas argumentaciones.
Nada tan poco fiable como lo talentoso: lo ubico del lado de la culpa, del error, de la debilidad, de lo jurídico, del pecado, de la moral.
Si uno empieza a tasarse respecto a cualquier patrón impuesto por coacción es porque ya se ha perdido (y me temo que irremediablemente). Los talentos saben a sepulcro, a cadáver exquisito en exposición para deleite de la chusma.
El genio provoca reverencias mudas, marca distancia metafísica, desanuda mediocridades. El talento, en cambio, señala a un ser en sumisión, convoca al rechinar de dientes, oprime el planeo del alma.
Como si la pertenencia a la humanidad deba ser probada (aprobada) por consenso. Porque lo peor del asunto son los publicanos que controlan con enfermizo celo nuestro precio, la tertulia ética periférica, el mundo, esa jauría de presumidos babeantes roncándonos su cantinela a la puerta del templo: “nos lo debes”.


VAN GOGH, Two hands (drawing) 1884-85
(...)

Lo más terrible que he padecido, aquello que me ha dejado perpleja y alelada por siglos de existencia del espíritu, es que me hayan puesto en contra de mí misma. Toda acción que apunte a ese resultado continuará siendo, por eso mismo, lo único imperdonable.

VAN GOGH Two hands Oil on canvas on panel, 1885

Alguna vez, sin embargo, en una época más fuerte que este presente corrompido, que duda de sí mismo, tiene que venir a nosotros el hombre redentor, el hombre del gran amor y del gran desprecio, el espíritu creador, al que su fuerza impulsiva aleja una y otra vez de todo apartamiento y todo más allá, cuya soledad es malentendida por el pueblo como si fuera una huida de la realidad-: siendo así que constituye un hundirse, un enterrarse, un profundizar en la realidad, para extraer alguna vez de ella, cuando retorne a la luz, la redención de la misma, su redención de la maldición que el ideal existente hasta ahora ha lanzado sobre ella. Ese hombre del futuro que nos liberará del ideal existente hasta ahora y asimismo de lo que tuvo que nacer de él, de la gran náusea, de la voluntad de nada, del nihilismo, ese toque de campana del mediodía y de la gran decisión, que de nuevo libera la voluntad, que devuelve a la tierra su meta y al hombre su esperanza, ese anticristo y antinihilista, ese vencedor de Dios y de la nada -alguna vez tiene que llegar...

F. NIETZSCHE, Tratado Segundo. La Geneología de la Moral, 1887


VAN GOGH, Two hands (drawing) 1884-85

4.4.10

μὴ μoυ ἅπτoυ / Noli me tangere / No me sujetes

[...] y la Concupiscencia dijo: «No te he visto bajar y ahora te veo subir. ¿Por qué mientes, si me perteneces?». El alma respondió diciendo: «Yo te he visto, pero tú no me has visto ni me has reconocido. Por la vestimenta, que era tuya, y no me reconociste». Una vez dicho esto, (el alma) se apartó con gran alegría y seguidamente cayó en manos de la tercera potestad, la llamada Ignorancia. Esta interrogó al alma diciendo: «¿A dónde vas? En maldad estás atenazada; puesto que estás dominada, no juzgues». El alma dijo: «¿Por qué me juzgas tú a mí, si yo no te he juzgado? Yo he sido dominada, pero no he dominado. No he sido reconocida, pero he sabido que el universo está siendo disuelto, tanto en las cosas terrenales como en las cosas celestiales».

Una vez el alma hubo sobrepasado la tercera potestad, continuó ascendiendo y divisó la cuarta potestad, la de siete formas. La primera forma es la tiniebla; la segunda, la concupiscencia; la tercera, la ignorancia; la cuarta, la envidia de muerte; la quinta, el reino de la carne; la sexta, la loca inteligencia de la carne; la séptima, la sabiduría irascible. Estas son las siete potestades de la ira, las cuales preguntan al alma: «¿De dónde vienes, homicida? ¿A dónde vas, dueña del espacio?». El alma respondió diciendo: «Lo que me ata ha sido matado y lo que me atenaza ha sido aniquilado, y mi concupiscencia se ha disipado y mi ignorancia ha perecido. A un mundo he sido precipitada desde un mundo, y a una imagen desde una imagen celestial. La ligadura del olvido dura un instante. En adelante alcanzaré el reposo del tiempo (kairós), del tiempo (chrónos), (el reposo) de la eternidad, en silencio».

Después de decir todo esto, Mariam permaneció en silencio, dado que el Salvador había hablado con ella hasta aquí.

del EVANGELIO DE MARÍA (Fragmento copto berolinense),
apócrifo gnóstico probablemente siglo II


3.4.10

CUMPLIMIENTO


GEORG FRIEDRICH HÄNDELMessiah HW 56 (1741)
Overture (sinfony)


Él "tiene las llaves de la muerte y del Hades" (Ap 1, 18) y, por ello, "al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los abismos" (Flp 2, 10)

GEORG FRIEDRICH HÄNDELMessiah HW 56 (1741)
Amen

VIBRÁTIL


Símbolos del mal, todavía aterradores...



En medio de la hecatombe, a la hora nona, reconstruí nuestra promesa germen. Abrí sangrías en mi voluntad, para que la frondosidad de mis caudales fluyera sin atascos hacia ti.
Aconteció el alboreo de mi corazón, desvelando en gorjeos su código, y fue que recordé aquel oráculo edificado por tus palabras.

Cuando me ames y no necesites ser por mí amada te sabrás perfecta si me has tomado como camino hacia ti misma

Károly BROCKY Sleeping Bacchante, 1850-55

2.4.10

GOLGOTHA -plataforma de eyección a lo inagotable-

G. B. Pergolesi - Stabat mater, 1736 - 1st movement


Meister der Schule von Nowgorod - Kreuzigung, um 1360


G. B. Pergolesi - Stabat mater, 1736 - "Quae moerebat"


Andrei RUBLEV - Богоматерь, 1408

CRUCIFIXIÓN

No llores por mí, Madre.

Estoy en el sepulcro.

I

Un coro de ángeles cantaba el gran advenimiento

y los cielos llameaban como fuego fundido.

Al Padre dijo: «¿Por qué me has abandonado?».

Y a la madre: «Oh, no llores por mí...».

II

Se debatía y lloraba Magdalena,

su discípulo predilecto se había vuelto de piedra.

Pero a donde la Madre sufría en silencio,

nadie osó levantar los ojos.

ANNA AJMÁTOVA [1940-1943]


G. B. Pergolesi - Stabat Mater, 1736 - "Quando corpus" & "Amen"