21.4.09

Fides et intellectus: CORTEJOS



Santoral: Anselmo de Canterbury (1033-1109)
Báculo, Libro, Pluma


En el origen imperaba la Voluntad de Convergencia. Había la proporción amorosa, la danza perfecta, alianza imperecedera entre el hombre y su dios.
Ahora, que mi vida se encamina con dulzura hacia la fuente de la paz, de la bondad y del gozo, lo voy comprendiendo.
Creer es la real tarea, la acción más acabada, el hacer existencial genuino.
Porque en el inicio era el Encuentro...

FRANÇOIS COUPERIN  “Aleph” - Première Leçon de Ténèbre (*)

 [William Christie – Les Arts Florissants]


Et o "tu, Domine, usquequo? Usquequo, Domine, oblivisceris nos, usquequo avertis faciem tuam a nobis"? Quando "respicies et exaudies" nos? Quando "illuminabis oculos" nostros et "ostendes" [Ps 6,4; Ps 12,1-4] nobis "faciem tuam" [Ps 79,4-8]? Quando restitues te nobis? Respice, Domine, exaudi, illumina nos, ostende nobis teipsum. Restitue te nobis, ut bene sit nobis, sine quo tam male est nobis. Miserare labores et conatus nostros ad te, qui nihil valemus sine te. Invita nos, "adiuva" nos [Ps 78,9]. Obsecro, Domine, ne desperem suspirando, sed respirem sperando. Obsecro, Domine, amaricatum est cor meum sua desolatione, indulca illud tua consolatione. Obsecro, Domine, esuriens incepi quaerere te, ne desinam ieiunus de te. Famelicus accessi, ne recedam impastus. Pauper veni ad divitem, miser ad misericordem, ne redeam vacuus et contemptus. Et si "antequam comedam, suspiro" [Iob 3,24], da vel post suspiria quod comedam. Domine, incurvatus non possum nisi deorsum aspicere; erige me, ut possim sursum intendere. "Iniquitates meae supergressae caput meum" obvolvunt me, "et sicut onus grave" [Ps 37,5] gravant me. Evolve me, exonera me, ne "urgeat puteus" earum "os suum super me" [Ps 68,16]. Liceat mihi suspicere lucem tuam, vel de longe, vel de profundo. Doce me quaerere te et ostende te quaerenti; quia nec quaerere te possum, nisi tu doceas, nec invenire, nisi te ostendas. Quaeram te desiderando, desiderem quaerendo. Inveniam amando, amem inveniendo.
ANSELMUS CANTUARIENSIS - PROSLOGIUM (1078)
Capitulum I: Excitatio mentis ad contemplandum Deum


Y "tú, Señor, ¿hasta cuándo nos olvidarás? ¿Hasta cuándo apartarás de nosotros tu rostro?" [Sal. 6, 4; Sal. 12, 1-4] ¿Cuándo "volverás hacia nosotros tus miradas" [Sal. 79, 4-8]? ¿Cuándo nos "escucharás"? ¿Cuándo "iluminarás nuestros ojos"? ¿Cuándo nos "mostrarás tu rostro"? ¿Cuándo accederás a nuestros deseos? Señor, vuelve tus ojos hacia nosotros, escúchanos, ilumínanos, muéstrate a nosotros. Sin ti no hay para nosotros más que desdichas; ríndete a nuestros deseos para que la dicha nos venga de nuevo. Ten piedad de nuestros trabajos y de los esfuerzos que hacemos para llegar hasta ti, sin cuyo socorro no podemos nada. Tú nos invitas, "ayúdanos" [Sal. 78, 9]. Señor, yo te suplico que la desesperación no reemplace a mis gemidos; que la esperanza me permita respirar. Suplícote, Señor; mi corazón está sumergido en la amargura de la desolación que lleva en sí; endulza su pena por tus consuelos. Señor, empujado por la necesidad, he comenzado a buscarte; no permitas, te lo suplico, que yo me retire sin quedar saciado. Me he acercado para apaciguar mi hambre; que no tenga que volverme sin haberla satisfecho. Pobre como soy, imploro tu riqueza; desgraciado, tu misericordia; que la negativa y el desprecio no sean el efecto de mi oración. Y si "suspiro por la llegada de ese precioso alimento" [Job 3, 24], que al menos no me falte después de la prueba. Encorvado como estoy, Señor, no puedo mirar más que la tierra; enderézame, y mis miradas se dirigirán hacia los cielos. "Mis iniquidades se han alzado por encima de mi cabeza", me rodean por todas partes "y me oprimen como una carga pesada" [Sal. 37, 5]. Desembarázame de estos obstáculos, descárgame de este peso; que no "me encierren en sus profundidades como en un pozo" [Sal. 68, 16]. Que me sea permitido volver los ojos hacia tu luz desde lejos o del fondo de mi abismo. Enséñame a buscarte, muéstrate al que te busca, porque no puedo buscarte si no me enseñas el camino. No puedo encontrarte si no te haces presente. Yo te buscaré deseándote, te desearé buscándote, te encontraré amándote, te amaré encontrándote.
ANSELMO DE CANTERBURY - PROSLOGIÓN (1078)


FRANÇOIS COUPERIN  Pièces De Clavecin Quatrième livre (1728) 

26e ordre, fa m – “La Sophie


(*) TEXTO:

Incipit lamentatio Hieremiae Prophetae. Aleph.

Quomodo sedet sola civitas plena populo facta est quasi vidua domina gentium: princeps provinciarum facta est sub tributo. (Lm. 1, 1)

Comienzo de las lamentaciones del profeta Jeremías. Aleph

¡Qué solitaria está la ciudad antes populosa! Se ha quedado como una viuda la grande entre las naciones, la princesa de las provincias se ha hecho tributaria. 

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